La invasión, destrucción y saqueo de un país soberano es fascismo en estado puro, lo haga quien lo haga. Presentar a un colaborador de EEUU en las listas electorales como número 1, es un mensaje claro y diáfano de obediencia y acatamiento a los intereses geopolíticos norteamericanos.
Hace apenas unas horas, el general Julio Rodríguez, que participó en las matanzas de Libia, encaminadas a impedir la transición a una moneda panafricana basada en oro y a robar las inmensas reservas de gas del país, se ha declarado públicamente antimilitarista y pacifista. Pero no lo ha hecho tras pedir perdón y entregarse a la justicia, confesando los crímenes en los que ha colaborado, sino que lo hace para blanquear su presencia como candidato nº1 de la lista de Podemos por Almería.
Es toda una incongruencia, por no decir otra cosa, que se pretenda dar credibilidad a semejante cuadro del Estado Mayor como si su historia reciente pudiera olvidarse. En Libia se asesinaron a niños y mujeres, se destrozaron infraestructuras, se descuartizó el país y se enviaron toneladas de armamento pesado hacia la oposición rebelde moderada (Al-Qaeda y Al-Nusra) en Siria e Irak. Francia se ha quedado los derechos de explotación del gas libio y EEUU ha hecho lo propio con las armas, el petróleo y el oro.
La OTAN, de quien Julio dice que es una organización obsoleta, tiene a sus espaldas varios millones de muertos en países que, de una u otra forma, se habían negado a privatizar (regalar) los recursos soberanos. La historia es muy larga: de Yugoslavia a Afghanistán, pasando por Irak y Sudán, y ahora a Siria, que tiene la extraña manía de no querer negociar con Arabia Saudí, Qatar o EEUU. El derecho internacional establece para las naciones la prohibición de intervenir en los procesos internos de países soberanos, con lo que financiar a grupos armados para que derroquen presidentes es ya una flagrante violación de ese derecho que EEUU y su OTAN cometen a diario.
La OTAN no es solo obsoleta, su principal objetivo es dominar a los países que no rinden pleitesía a EEUU y sus monopolios, y los medios que utiliza para ello van desde la creación de información para las agencias de prensa, hasta el patrocinio de grupos terroristas, pasando por masacres de civiles y torturas aberrantes. La OTAN es criminal y genocida, una institución hecha para matar a aquellos que opongan resistencia. Por eso, decir que es obsoleta y que hay que reformarla es un insulto a la inteligencia y, además, en boca de alguien que ha colaborado activamente en la comisión de crímenes contra la humanidad, un significativo precedente de cinismo e hipocresía.
” La OTAN es criminal y genocida, una institución hecha para matar a aquellos que opongan resistencia.”
Más allá de la ausencia de primarias en un partido que hace dos telediarios se declaraba heredero del 15M (asambleario por definición), también llama la atención la insistencia de Pablo y cía. en conseguir una silla en el Congreso al general pacifista.
Pero veamos qué representa poner a un hombre de confianza de la CIA y el Pentágono, un informante de los servicios secretos estadounidenses en nuestro suelo, en las listas de un partido que dice venir a regenerar el país.
Cuando en los 80 nos rompíamos la camisa porque llegaba el PSOE, un hombre de la CIA, Felipe González, ponía a nuestro país al servicio de los intereses norteamericanos bajo la careta de socialista y obrero. Tras la instalación de las bases apuntando hacia los enclaves estratégicos de nuestro país, todas y cada una de las decisiones importantes en materia económica y política exterior, tenían el extraño tufo de estar siguiendo el guión anglosajón. No es casualidad, pues, que tras la instalación de las bases, las embajadas, la CIA y la OTAN en España, del posicionamiento de los hombres de confianza de Washington en los puestos clave del Estado, se considere a EEUU como un socio estratégico (algo que, por cierto, también declaró Iglesias tras reunirse con el embajador yanqui) al que hay que seguir en cualquiera de sus aventuras por el mundo aunque no sea necesariamente beneficioso para nuestro país. Privatizaciones, guerras, silencios escandalosos sobre dictaduras amigas…todo siempre bajo la atenta mirada de tío Sam. No es casualidad, se trata de política imperial, donde la potencia hegemónica controla y dirige a los eslabones débiles de la cadena de mando. Así ha sido siempre. Y España es un peón secundario, obligado a participar en guerras, a acatar los recortes de gasto público y a rescatar a los bancos españoles que deben dinero a los bancos anglosajones.
¿Qué tendrá EEUU que todos le rinden pleitesía? Las bases militares en última instancia. O qué nos pensamos, ¿que son por nuestra seguridad? Nunca, a lo largo de la historia, se ha instalado a un ejército en otro país para defender la paz y la democracia en el mundo, sino para someter y saquear pueblos. Cualquier atisbo, por remoto que sea, de independencia en materia de política exterior o interior que afecte a los puntos nodulares del proyecto de saqueo de EEUU sobre España, tiene en última instancia la fuerza de las armas, y la colocación estratégica en la salida del Mediterráneo, Madrid, Valencia y Zaragoza, de todo un arsenal bélico que EEUU ya ha demostrado ser muy capaz de usar. Por eso es tan importante expulsar al ejército de EEUU de España y por eso es tan importante salir de la OTAN. Por la independencia y la soberanía nacional. Por la paz y la libertad.
Es por tanto un atentado contra la soberanía nacional permitir que nuestras instituciones sean dirigidas por hombres de confianza de quienes no tienen otro objetivo que el saqueo sistemático de la riqueza nacional. Y es una indecencia política permitir que quienes han estado detrás de los gatillos que han asesinado a millones se declaren pacifistas, por un lado, y que pretendan dirigir nuestro ejército por otro.