DE MOCIÓN A MOCIÓN Y TIRO PORQUE ME TOCA

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Desde la presentación de la moción de censura presentada por Unidos Podemos contra el gobierno de Mariano Rajoy, han sido muchas y muy variadas las reflexiones que he hecho sobre el tema,

desde una crítica a la forma en que se ha presentado por entender careciendo de los apoyos parlamentarios para que pudiese prosperar, lo que me llevó a afirmar su inutilidad, además de una crítica a Pablo Iglesias como candidato a la presidencia del gobierno por el carácter egocéntrico del que se suele hacer gala en su forma de llevar la secretaria general del partido; hasta la reflexión final totalmente contraria a la anterior, -eso sí, después de seguir el desarrollo de las sesiones en que se ha debatido y votado-, de haber puesto contra las cuerdas no sólo al partido del gobierno por su extrema y generalizada corrupción, sino  también al PSOE, como partido de izquierda que no está haciendo nada para terminar con una forma de gobernar que se parece más a la de una organización mafiosa que la de una organización política cuya finalidad última debe ser la gestión de lo público en pro de los ciudadanos.

Escaños del gobierno del PP, durante la moción de censura

Son muchas las crónicas que se derivan del debate de esta moción, desde el comportamiento improcedente de los escaños del Partido Popular, con actitudes de burla, prepotencia, incluso de soberbia de creerse los mejores y los únicos “patriotas” que hacen bien las cosas en beneficio del país, intentando extrapolar como actos aislados de los que el partido no es responsable, sino las personas que los llevan a cabo, ilícitos e impropios de un representante de la ciudadanía, sino de toda ya que han demostrado no gobernar para todos, al menos de sus votantes; cuando en realidad estamos ante un comportamiento sistémico que, en palabras de Pablo Iglesias, está parasitando todas las instituciones públicas. Además, de una falta de respeto generalizada contra los intervinientes de otros partidos, que no le bailan el agua, jugando con sus móviles, leyendo la prensa o algún  libro, o simplemente hablando con el del escaño de al lado o mirando al techo, quizá recordando nostálgicamente los tiros de Tejero;  aunque también algún diputado de Mareas no pudo dejar de sucumbir a la tentación de pasar el rato jugando con su Tablet. En definitiva una falta de respeto democrático hacia los ciudadanos. Eso si contar las largas ausencias del presidente del gobierno, como si la cosa no fuese con él.

Pero, especialmente, no debemos dejar pasar la actitud del principal partido de la oposición, cuyo secretario general reelegido en primarias, en las que prometió dar mayor poder a los militantes, sigue igual de perdido, continuando los militantes sin tener ni voz ni voto en una decisión de tal trascendencia como es dejar que siga gobernando el Partido Popular debido al voto de abstención de su grupo parlamentario.

Claro que la moción de censura ha sido útil, prueba de ello es la trascendencia mediática que ha tenido en los medios de comunicación, tanto nacionales como extranjeros, algunos de los cuales han tildado la moción de censura, no contra Rajoy, sino contra la corrupción generalizada de su partido de la que él es el principal responsable.

También ha servido para que el candidato a la presidencia del gobierno en la moción presentada  haya puesto en bandeja a Pedro Sánchez la oportunidad de que su propio partido sea el que presente cuanto antes una nueva moción de censura, que sin lugar a dudas apoyarían, según Iglesias, y que evidentemente permitiría que el principal partido de la oposición, el PSOE, gobernase, eso sí, dejando de lado a la marca blanca del Partido Popular. Y que, serviría para que, de una vez por todas,  dejasen claro ante los ciudadanos su posición hacia una verdadera izquierda y no una ficción denominada social democracia que lo único que ha conseguido es poner de manifiesto su alianza tácita con la derecha, al permitir su gobierno y no hacer nada para terminar con su corrupción, además de permitir una política neoliberal que ha masacrado y sigue haciéndolo, los derechos y libertades sociales.

“ha servido para que el candidato a la presidencia del gobierno en la moción presentada  haya puesto en bandeja a Pedro Sánchez la oportunidad de que su propio partido sea el que presente cuanto antes una nueva moción de censura, que sin lugar a dudas apoyarían”

En definitiva, la moción ha servido para abrir un camino de diálogo y unión de la izquierda de este país, de forma similar a la que en Portugal, nuestros vecinos más queridos, permitió en las últimas elecciones generales derrotar a la derecha y su política de reformas impuesta por la UE de reducción del gasto público mediante recortes de servicios públicos esenciales, como se ha hecho en España con Rajoy.

Están, por lo tanto, llamados a entenderse Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, emprendiendo una lucha no sólo contra la corrupción insoportable que inunda al país y sus instituciones, sino contra una política social y económica que rote en torno al ciudadano y no como ahora, apoyando solamente los intereses de las empresas del IBEX  que más estafan a los españoles, de las que hay que destacar por su mayor representación el Banco Santander (14,43%), Inditex (11,98%),Telefónica (10,42%) BBVA (10,29%), Iberdrola (5,42%),  y Repsol (4,61%), la mayoría de ellas dirigidas por demócratas de paja que, en vez de representar la marca España, se representan así mismos y sus intereses económicos. Ahora bien, ¿dejará el IBEX que  lleguen a un acuerdo?.

 

 

1 COMENTARIO

  1. Nuestros vecinos portugueses han sido capaces y tb tendrán su Ibex35. Por que en este país no va a ser posible? Solo depende de tener una visión acorde a la evolución económico-social del siglo XXI, capacidad de dialogo y voluntad de cambio. Difícil? Si, pq sobra enrocamiento de ideologias partidistas y es necesaria mucha generosidad. Imposible? De ninguna manera.

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