CEBRIÁN, EL ALMIRANTE DE LA NOCHE

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 “Los grandes personajes saben que están llamados a permanecer en la historia.” (Juan Antonio Cebrián)

Artículo homenaje a Juan Antonio Cebrián, “El Almirante de la noche”, en el 9º aniversario de su muerte.

Madrugada del Sábado 20 al Domingo 21 de Octubre de 2007. Llego a mi casa en Salamanca donde estaba estudiando, corriendo pongo Ondacero para escuchar La Rosa de los Vientos. Había estado en casa de unos amigos y llegaba tarde a mi cita con Cebrián, pero no estaban emitiendo el programa. “Cebri” fue la única persona que ha conseguido que disfrutara de quedarme sólo en casa un sábado por la noche. No le doy más importancia, apago la radio y me voy a la cama. Al día siguiente estoy como un reloj a la hora del comienzo del programa, empieza la sintonía de La Rosa. Tras unas primeras palabras de Cebrián aparece Bruno con la voz entrecortada: Juan Antonio ha muerto. Entre la sorpresa, la incredulidad y las lágrimas que desbordan las cuencas de mis ojos me siento a escuchar el programa. Un programa que en realidad es un homenaje a un grande de la radio que nos acaba de dejar.

Durante este programa llore varias veces. Aún hoy, cuando vuelvo a escuchar ese podcast no puedo evitar que se me caigan las lágrimas. Nunca lo conocí personalmente pero me había acompañado tantas noches de soledad que lo consideraba mi amigo, mi maestro. Tenía descargados cientos de programas: miles de audios con sus pasajes de la historia, monográficos, materias reservadas, leyendas urbanas, enigmas, versus,…Tantas y tantas aventuras, tantos temas y reflexiones contadas con la pasión y la sabiduría que sólo un genio de la comunicación sabe transmitir. Cuando empecé a escribir en Plaza Abierta no sabía muy bien sobre que escribir. Lo único que supe desde un principio es que un artículo iba a ser para el más grande periodista y comunicador que ha parido la piel de toro: Don Juan Antonio Cebrián.

A continuación os voy a dejar algunas de sus frases para luego continuar analizando la figura del que para mi siempre será “El Almirante de la Noche”:

Todos los días perdemos una docena de genios en el anonimato. Y se van. Y nadie sabe de ellos, de su historia, de su peripecia, de lo que han hecho, de sus angustias, de sus alegrías. Pero al menos una docena de genios se van todos los días sin que sepamos de ellos”.

“Estamos demasiado rodeados de mensajes, casi todos ellos consumistas, que obligan a mantener una vida que no es la ideal; se nos inculca que hay que ser mejores que el vecino, que hay que gastar… El 10% de la población española está en el psicólogo o psiquiatra. ¿No son datos para reflexionar? En cualquier caso, sí, estamos perdiendo el gusto por sentarnos alrededor de una hoguera, real o figurada, y escuchar”.

“Sólo me resta desear que tanto oyentes como lectores mantengan viva la hoguera de nuestra tribu humana y, a buen seguro, las generaciones posteriores se lo agradecerán. Ése es, como dijo Poe, mi anhelo de porvenir”.

“Caballeros: Hora es de montar, hora es de internarnos en nuestros montes, hora es de lamer nuestras heridas. Volveremos, y cuando volvamos seremos millones. Fuerza y Honor para todos. Gloria eterna a La Rosa de los Vientos. Hasta siempre amigos.”(En 2003 cuando Ondacero corto la emisión del programa pero ante las quejas y peticiones tuvo que volver a emitir en 2004)

“¿Un truco para levantarnos cada día y sobrevivir al día siguiente? Pensar en positivo y sonreír por los dones que nos entregaron los dioses. Estaremos muy poco en este planeta y merece la pena que lo aprovechemos.”

“Morir es la consecuencia de la vida y de nosotros depende que cuando lleguemos a ese momento lo dejado atrás sea lo suficientemente relevante como para dignificar la memoria que leguemos a nuestros sucesores.”

Las 4 C: Jesús Callejo, Juan Antonio Cebrián, Carlos Canales, (Juan Ignacio Cuesta) y Bruno Cardeñosa.
Las 4 C: Jesús Callejo, Juan Antonio Cebrián, Carlos Canales, (Juan Ignacio Cuesta) y Bruno Cardeñosa.

 

Cebrián no trabajaba en la radio, era la radio. No te contaba historias, te hacía vivirlas, te hacía entrar en ellas y sentirlas. Convertía cada programa en un filandón donde sus compañeros e invitados se sentaban al calor de esa hoguera figurada a debatir entre ellos. Compartían vivencias, relataban historias e impartían conocimientos. Sabía hablar y sabía escuchar, sabía rodearse de gente válida e interesante. Manejaba a la perfección las tertulias aportando valor. Hacía que el resultado de las tertulias fuera mucha mayor que la simple suma de cada de una de sus partes. Pero sobre todo, era un maravilloso comunicador que te hacía vibrar apasionadamente con sus relatos.

“Cebrián no trabajaba en la radio, era la radio. No te contaba historias, te hacía vivirlas, te hacía entrar en ellas y sentirlas.”

Juan Antonio murió antes del tiempo y nos dejo un vació que será difícil llenar. Hacen falta más periodistas como él en España. Son necesarias más personas con ese espíritu aventurero, con esa facilidad de palabra. Nadie como él tenía ese don para relatar apasionadamente los pasajes de la historia. Sería difícil concebir a alguien que no le gustara una clase de historia si su profesor hubiera sido él.

“El almirante de la noche” dejo miles de huérfanos que aunque podamos acudir a sus podcast y a sus libros, siempre nos lamentaremos de todas esas historias que quedaron por contar. Porque con él siempre tenías la sensación de que lo mejor estaba por llegar. Murió joven, con 41 años, y a pesar de ello le dio tiempo a hacer tanto y a saber aún más. Pero creo que el legado de Cebrián va más allá de su obra. Porque dejo una poderosa legión de admiradores y personas que le siguieron por el camino del saber. Juan Antonio murió pero no su espíritu y creo que lo que jamás debe morir es su ejemplo. Un ejemplo que debe cundir entre los periodistas, profesores y comunicadores de este país.

Si no conocéis a Cebrián os invito a que os descarguéis los audios que son un regalo de los dioses de la radio. También dejó muchos libros aunque lo más bonito sería escucharlos de su propia voz, esa voz que con pasión alumbró tantas historias. Periodistas de España, éste es el Cebrián que debe ser vuestro líder y gurú. Tras años de escuchar su programa nunca supe de que pie cojeaba porque tal vez no cojeaba de ninguno; algo difícil de encontrar en un periodismo tan forofo como es el español. Con más profesionales como él, estoy seguro que tendríamos un país mucho mejor, mucho más auténtico y sobre todo más sano y verdadero.

“Donde la noche se enamora del misterio, y envuelve con su capa a esas almas heridas de soledad, para que no mueran de frío. Donde la noche se transforma en una luz y acuna la imaginación y los sueños de libertad. Donde la esperanza camina de la mano del saber. Donde te espero, en la Rosa de los Vientos.”

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