ENAMORARSE EN POSITIVO. ESTAR TRANQUILOS APACIGUANDO AL MONSTRUO

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Hoy termino la serie de artículos sobre el amor que me está pasando: El desencanto (amor, patrones y mapas mentales); Género (disidencia del sistema sexo-género); Fluir (un vaivén sentimental); y Enamorarse (viva el autocontrol).

 

 

Cuando las personas describen experiencias de intimidad profunda, recuerdan cosas definidas. Una mirada, un gesto, un toque…

Hay innumerables clichés sobre el enamoramiento y algo de verdad en alguno de sus tópicos.

 

Helen Riess, directora del Programa de Empatía y Ciencia Relacional del Hospital General de Massachusetts, tiene una explicación sobre lo qué está sucediendo en ese cerebro tuyo lleno de amor: recibe hormonas y da respuestas cognitivas.

“Hormonas de enlace, como la oxitocina, y áreas del cerebro activas se conectan con el amor. Pero si se trata de un amor romántico, también se activa la atracción sexual y otras respuestas hormonales, responsables de la atracción física, algo que se puede convertir en algo realmente poderoso”.

TED de Helen Riess, con su transcripción (en inglés):

https://singjupost.com/helen-riess-the-power-of-empathy-at-tedxmiddlebury-full-transcript/

Parece ser que quien no conoce el dolor de un amor agriado, se enamora más rápidamente. La neurociencia también tiene explicación para esas otras personas cautelosas y que deliberan más como forma de acercarse a la vida: están conectadas de manera diferente.
Psicológicamente hablando, los enamoramientos ocurren cuando una persona de cualquier edad, proyecta sus ideas y valores sobre otra persona que cree que posee ciertos atributos y a la quiere rondar. El enamorado atribuye fuertes sentimientos positivos a esta imagen mágica que ha creado. Es una poderosa mezcla de idealización e infatuación. Los químicos cerebrales asociados con los enamoramientos pueden causar estragos o felicidad pura, dependiendo de la respuesta del otro involucrado (si lo está), de tus actitudes hacia tus emociones y conductas.

Si un enamoramiento poderoso dura más de dos años, los psicólogos lo llaman limerencia: un estado interpersonal involuntario que implica un anhelo agudo de reciprocidad emocional; pensamientos, sentimientos y comportamientos obsesivo-compulsivos; y dependencia emocional de otra persona. Los síntomas incluyen pensamientos incontrolables, nerviosismo extremo y dificultad para respirar. Si experimentas alguno de estos síntomas durante un período prolongado de tiempo, debes consultar a un médico.

Gráfico del cerebro . Takito, Ucrania –  Via Shutterstock

Los enamoramientos son una parte muy normal y saludable de la experiencia humana. La próxima vez que te enamores de alguien y pienses: “¡No puedo sacarlo de mi cabeza!”, debes agradecérselo a la química de tu cerebro. Incluso tener algo de aprensión es normal. Sin embargo, hay sujetos que consideran aterradora la idea de enamorarse: los filofóbicos tienen pavor al amor o a conectarse emocionalmente con otra persona.

Debemos, también, conocer la diferencia entre el apego y el amor.

El apego se extiende desde el afecto emocional hasta el afecto físico. Mientras que el amor es un sentimiento directo, el apego es un fuerte vínculo emocional. En realidad están interconectados, pero son dispares.

Los humanos se apegan fácilmente a objetos, eventos y personas: a pertenencias personales, lugares especiales, rutinas, atmósfera, a casi todo. Con el apego nos volvemos egocéntricos.

Imagen  de Mind Health Toronto. Se prioriza el apego sobre otras necesidades básicas: https://apegosposibles.com/aprende/de-donde-surge-el-apego

Cuando nos enamoramos, a menudo lo hacemos de una persona que no conocemos. Hay algo muy emocionante en intimar con un extraño en general.
Los misterios nos intrigan fácilmente. No conocer a otra persona nos permite usar nuestra imaginación de la manera más salvaje posible.

Hace unos años, un cortometraje de la cineasta Tatiana Pilieva se volvió viral. El video muestra a 20 extraños besándose por primera vez:

 

La razón por la que esos besos se sienten tan intensos se basa en la dinámica entre los seres humanos. Entre extraños pueden ser dulces pero muy nerviosos, horadando a las personas en la vulnerabildad, algo profundamente humano.

El enamoramiento definitivamente es un sentimiento que cada uno de nosotros reconoce, pero la emoción en sí es muy personal.

Como sabes, puede estar acompañado de algunas reacciones bastante fuertes. A veces parece que alguien simplemente te tiene enganchado. Es esa sensación de amor en la que no puedes evitar pensar en otra persona constantemente, una niebla aplastante en la que, sin embargo, logras encontrar tu “centro” si evitas reprimir tus sentimientos, para que no se conviertan en pensamientos molestos y obsesivos en lugar de reacciones emocionales naturales.

No te sorprendas, no pasa nada si no eras enamoradizo. Sé auténtico y no pierdas de vista el panorama general. Está bien fantasear y poner a alguien en un pedestal en tu imaginación, ¡pero solo si te pones allí tú también!

Pregúntate, ¿soy la persona que quiero ser durante este flechazo? ¿Estoy obsesionado?

Es importante tener en cuenta que todos experimentamos pensamientos y emociones que de vez en cuando nos sorprenden, y está bien tenerlos. La clave es simplemente no alimentar lo negativo.

De acuerdo, puede que no sea amor. Probablemente no sea amor. De hecho, puede ser solo lujuria. O enamoramiento. O anhelo furioso teñido de esperanza. Pero sea lo que sea, como se sienta, ahora es el momento de decirlo. Porque si no es ahora, ¿cuándo?

La atracción, el deseo, los flechazos, el enamoramiento, la conexión, el amor… ¡Tuviste una vida antes de conocer a esta persona! Decirle lo que te pasa no te hace vulnerable.

Confía en tu poder y da un salto de fe.
¡Buena suerte!

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