HUMANISMO, CIBORGS Y LA BOIRA SOCIAL PERMANENTE

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La humanidad disruptiva estará llena de personas inapropiadas, bueno, como ahora…

 

 

Recreación de una Mar Outsiders (Campillo) ciborg

Un cambio determinante se ha ido macerando en la larga marcha de evolución del ser humano. Mientras espero este vaticinado salto cuántico corporal, me pregunto: ¿existirá dentro de esa mutación anatómica espacio para la libertad de pensamiento, la comprensión y la tolerancia?. Incluso cabe preguntarse sin esperar a esa metamorfosis, ¿existe siquiera en la actualidad sitio para ideas como las de Erasmo de Rotterdam?

 

Si el ser humano no nace persona, se hace en un proceso de hominización por el cual se forma sí mismo, adquiriendo cualidades éticas para un comportamiento de “semejante” que actúa para el bien, ¿por qué no llegamos a ser esos sujetos posados en nuestro imaginario ni a ese bien común?

Los sorprendentes humanos del futuro que nos muestran literatura y cine tienen un comportamiento perturbador. Son personas infinitas con capacidades inacabables…,  pero mientras la biotecnología y el avance científico van por un lado, preconizando al posthumano robótico y automatizado (seres mitad orgánicos, mitad robóticos con órganos artificiales y mentes implantadas en cerebros biónicos), el devenir del grueso de la humanidad va por otro camino, mucho más rústico, duro y penoso.

¿Podrá existir en el siglo de los ciborgs un humanismo, que bajo el signo del optimismo y de la concordia, defienda la paz, la dignidad y el valor de todos los individuos, con un planteamiento de progreso, y desde un método pedagógico que impregne la vida con el espíritu de la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad?

¿Somos hoy en día individuos personas, sujetos autoconscientes, racionales y morales? ¿Actuamos así?

El constructo social  de Erasmo de Rotterdam, siempre relacionado con los conceptos de libertad, conocimiento y poder, se deconstruye como estrategia en la actualidad, ignorando los derechos y avasallando la dignidad de la persona, gracias a la absoluta falta de respeto por el otro, mientras se da paso a una forma de Moira social, de síndrome significado por la pérdida creciente de lo que implica el valor de la libertad, deformada por el ansia de poder y por una alienación extendida, producto de demandas sociales del más bajo nivel de racionalidad y por una creciente incividad.

Erasmo de Rotterdam. Grabado de Alberto Durero de 1526

Hoy, una de las grandes artes de la vida es desentenderse de una manera imperceptible y  discreta, dejar que todo nos apabulle, hastíe, resguardando nuestra libertad interior, y defendiendo con pertinacia callada y tenaz nuestra sola libertad tanto espiritual como moral.

 

Es hora del compromiso de pensar pero ejercer, de encontrar la verdad y  explicarla, de ser suma, no individualidad.

No puede ser que solo un circulo de elegidos pueda descifrar estos sentimientos y estas ideas, y que el resto quede fuera, sin comprender… Estas convicciones deben rescatarse de la imagen o modelo al que imitar con fervor. La labor de “construirnos a nosotros mismos” es una exigencia colectiva, y en ella radica la importancia de otro aspecto fundamental del mensaje humanista, que hace hincapié en la ineludible dimensión colectiva de toda vida humana consumada. Las personas sólo pueden realizarse plenamente siendo miembros de una comunidad.

Cuando seamos ciborgs tendremos una conciencia colectiva conectada con el Cosmos
Sobre la teoría cuántica de la consciencia (de Hameroff y Penrose): https://francis.naukas.com/2015/06/22/sobre-la-teoria-cuantica-de-la-consciencia-de-hameroff-y-penrose/

 

¿Cómo vamos a construir una cultura universal modélica, si cuando los humanos nos hagamos positrónicos parece que solo vamos a extender nuestro propio yo? ¡Y puede incluso ser más espeluznante: nuestro subconsciente a sus anchas, sin filtros!

¿Y el libre albedrío?
En la serie de TV “La Fuga de Logan” (1.977), basada en la novela distópica de William F. Nolan, los androides controlan a los humanos, obligados a desaparecer a los 30 años en el Carrusel, con la esperanza del Renacimiento: si como ciudadanos habían obedecido las leyes, se reencarnarían en clones. En caso contrario desaparecerían para siempre.

El Carrusel era una “fiesta”… Esta serie de TV asentó la descripción de la distopía

Hace más de 500 años que la Iglesia acuño la siguiente acusacion contra Erasmo: “Usted puso el huevo y Lutero lo empolló”, a lo que el teólogo respondió: “Sí, pero yo esperaba un pollo de otra clase”.

Salvemos las distancias y el resultado: pongamos el huevo (seamos personas), empollemos y…, sí, esperemos un ciborg de otra clase:

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